lunes, 6 de diciembre de 2010

Evolución de los primates y

Los primeros homínidos: Ardipithecus.
Resumen del temaEn las campañas de excavación iniciadas en el año 1992 por el profesor Tim White de la Universidad de Berkeley y su equipo, en la región del curso medio del río Awash, al este de Etiopía, se llevó a cabo el descubrimiento del homínido más antiguo conocido hasta la fecha: Ardipithecus ramidus. Los estudios geocronológicos realizados determinaron que la edad de los depósitos de la región de Aramis donde fueron hallados estos fósiles era de alrededor de 4,4 millones de años. Las características anatómicas de los fósiles de A. ramidus son muy primitivas, más próximas en muchos casos a la morfología del chimpancé que a la de otros, homínidos o a la nuestra propia. Algunos de estos rasgos primitivos son, por ejemplo, la morfología del primer molar de leche, más parecida a la de un chimpancé, la presencia de esmalte fino en sus dientes, o el tamaño grande de sus caninos en relación a los dientes posteriores. Con el resto de los homínidos comparte otras semejanzas, siendo especialmente importantes la morfología de sus caninos, que presentan más forma de incisivo, o el desgaste de sus caninos, que es plano en lugar de cortante como en los chimpancés. Estas y otras características están incluidas en la definición de los homínidos, junto con la marcha bípeda. No se sabe si A. ramidus caminaba sobre sus dos piernas o no, pero de no ser así, debe revisarse la diagnosis de los homínidos. Ardipithecus ramidus, tiene una estatura estimada de entre el metro y el metro y medio. Compartió un hábitat con especies animales y vegetales típicas de selva. Este nuevo dato induce a pensar que la aparición del primer hominoideo no estuvo directamente ligado a un cambio de condiciones climáticas y ecológicas y, por tanto, a la "conquista" de un nuevo hábitat, sino que tuvo lugar en un medio de bosque cerrado lluvioso. Nuevos hallazgos realizados en campañas posteriores, especialmente un esqueleto parcial muy fracturado, ayudarán a responder éstas y otras cuestiones sobre el origen de los homínidos.

Importancia del hecho científico
Los fósiles de homínidos descubiertos en la región de Aramis, Etiopía, con una edad de 4,4 millones de años, representan el homínido más antiguo conocido hasta la fecha. Ardipithecus ramidus, como ha sido bautizado, permite mirar un poco más atrás en el conocimiento de la evolución humana. 
Antecedentes El conocimiento de los Orígenes del Hombre ha seguido un curso paralelo a la historia de los descubrimientos de homínidos fósiles. Desde el primer neandertal hasta el homínido más antiguo conocido en la actualidad y objetivo de esta unidad didáctica, Ardipithecus ramidus, han tenido lugar muchos descubrimientos y se han abierto nuevas líneas de investigación que han permitido precisar más las preguntas de quién, cómo, cuándo, dónde y porqué de los protagonistas de la evolución humana.. Estimaciones basadas en la Biología Molecular y en el registro fósil sugieren que de un núcleo ancestral se separaron las distintas líneas que dieron lugar a los primates actuales más próximos al hombre y a nosotros mismos. Para estas bifurcaciones del tronco común se barajan las siguientes fechas. Los primeros en separarse fueron los gibones, hace unos 24 millones de años. A continuación se diferenció la línea que ha dado lugar al orangután actual, hace unos 15 millones de años. Después fue el gorila, alrededor de hace unos 8 millones de años. Y, por último, una línea de la cual surgieron las dos especies de chimpancés por un lado, y por otro la línea de los homínidos, hace poco más de 5 millones de años en África. De esto se deduce que debe de existir un registro fósil de un linaje, o grupo de linajes, de homínidos que se extiende desde hace unos 5 millones de años hasta el presente. Hoy por hoy se acepta que existieron, dentro de la familia de los homínidos, cuatro géneros distintos con varias especies a su vez, que definen los distintos linajes del árbol filogenético de nuestra familia..      "Homínidos" es el término vulgar por el que se conoce a los representantes de la familia biológica a la cual pertenecemos que incluye, además de a nuestra propia especie, a aquellas formas fósiles emparentadas más próximamente con el Homo sapiens. Nosotros somos el único género y la única especie de esta familia que pervive en la actualidad. Sin embargo, desde la separación de nuestros parientes más próximos actuales, los chimpancés, distintos géneros y muchas especies de homínidos habitaron nuestro planeta, coexistiendo en muchos momentos, varias de ellas a la vez..      Desde hace unos 75 años se excavan muchos yacimientos en el continente africano, que han permitido recuperar fósiles de homínidos de morfologías muy diversas y cronologías muy amplias..      Hoy por hoy, y en concordancia con la evidencia que aportan los datos de la Biología Molecular, existe un consenso para establecer la separación de nuestra familia, es decir, la aparición del primer homínido, entre hace unos 8 y hace unos 5 millones de años. Estas cifras coinciden con un cambio ecológico en el Viejo Mundo debido a factores climáticos y al progresivo descenso de la concentración de dióxido carbónico en la atmósfera, y resulta muy tentador relacionar este cambio con el origen de los homínidos como consecuencia de una adaptación al nuevo medio. Sin embargo, como se verá más adelante al revisar las características de Ardipithecus ramidus, este homínido primitivo se encontraba tan ligado al ambiente de pluvisilva como lo están hoy día los chimpancés, por ejemplo..      El renombrado "eslabón perdido" son, en realidad, muchos "eslabones perdidos", puesto que cada homínido fósil rescatado representa uno de los eslabones en la larga cadena de cambios evolutivos que se han sucedido desde el primer antepasado común hasta nosostros mismos. Lo que sí es cierto es que el primer antepasado común a homínidos y chimpancés actuales era un "gran mono" de características muy generales y, dado que los monos antropomorfos actuales conservan más rasgos primitivos que nosotros mismos, cuanto más retrocedemos en el tiempo más nos acercamos a ese modelo generalista que se parece más a los chimpancés y gorilas actuales. .      Hasta la aparición de los fósiles que nos ocupan en esta unidad didáctica, los yacimientos excavados en el este y sur de África, de cronologías más recientes a los 4 millones de años, habían aportado fósiles de homínidos asignados a tres géneros distintos: Australopithecus, Paranthropus y HomoEn el otoño de 1992, el equipo del profesor Tim White, de la Universidad de Berkeley, trabajando en unos depósitos de alrededor de 4,4 millones de años y pertenecientes a la región del país de los Afar conocida por el nombre de Aramis, rescataron un conjunto de restos de un homínido tan primitivo que mereció ser nombrado no sólo como una nueva especie, sino como un nuevo género: Ardipithecus ramidus..      El estudio y discusión de las características morfológicas de A. ramidus nos permitirá ahondar en la problemática de cuáles son los rasgos que definen a un homínido, qué es lo que nos permite diferenciar un fósil de nuestra familia de otro que no lo es. A. ramidus constituye un buen ejemplo de cómo al avanzar el conocimiento sobre los fósiles, cambian (o no) las premisas científicas que abordan el cómo y el cuándo se produce la evolución en un determinado grupo biológico..      Los gorilas y chimpancés actuales viven en un ambiente de bosque cerrado lluvioso y parece ser que este mismo hábitat es el que ocupan desde que se separó su la línea evolutiva de la que dio lugar a los homínidos. Este ambiente resulta muy poco propicio para la fosilización y parece ser la causa de que no conozcamos ningún antepasado de su linaje evolutivo. Esto dificulta la tarea de tener datos sobre cómo pudo ser el antepasado común a homínidos y póngidos. Sin embargo, lo que conocemos hoy del registro de los primeros homínidos nos permite ver que cuanto más retrocedemos en el tiempo, más parecidos son estos primeros homínidos a los póngidos actuales y son muy pocas las diferencias, pero suficientemente significativas para demostrar que esos ejemplares fósiles ya habían dado el salto en otra dirección.

 ¿A qué llamamos homínido?  
Según algunos autores, un homínido es aquel que pertenece a la Familia Hominidae. Sin embargo, otros autores consideran que dentro de esta familia también deben incluirse a los grandes antropomorfos actuales, y realizar una subdivisión a nivel de Subfamilias: Ponginae y Homininae. Hoy sabemos, gracias a la evidencia aportada por la genética molecular que, desde el punto de vista estrictamente biológico, esta clasificación tampoco sería correcta. Nosotros compartimos con los chimpancés un antepasado común que no lo es de gorilas y orangutanes. Por eso es preferible la definición de homínido que incluye a todas las especies fósiles que aparecieron en nuestra línea evolutiva después de la divergencia del chimpancé..      Las definiciones que se han dado para homínido también han sido incontables. En 1758, Linneo nombró nuestro género y especie. La familia Hominidae fue definida por primera vez en 1825 por J. Gray. Hasta mediados del siglo XIX, no se conoció ninguna especie fósil y los primeros descubrimientos fueron asignados a nuestro propio género. Las características anatómicas que se reseñaban en la diagnosis de la familia Hominidae, cuando fue redefinida por Le Gros Clark en 1955, hacían básicamente hincapié en el cráneo y los dientes, y poco del cuello para abajo. Algunas de estas características eran, por ejemplo, una gran capacidad craneal, la ordenación de los dientes sobre la mandíbula en forma de parábola, caninos pequeños, y miembros perfectamente adaptados a la postura erguida y a la locomoción bípeda..      Cuando hicieron su aparición en escena los australopitecos, parte de estas características quedaban excluídas. Se distinguían de los "antropomorfos" básicamente en la reducción de sus dientes, en especial los caninos, en la forma del desgaste de los dientes y en el bipedismo, como rasgos principales. Desde el descubrimiento de Australopithecus afarensis, los matices en las definiciones cada vez son más acusados, de ahí que en la literatura de divulgación se le conozca como el "chimpancé bípedo". Poco más que el andar de pie distingue a estos homínidos de un chimpancé. De A. ramidus no hay evidencia concluyente para saber si esta especie de homínidos andaba sobre sus dos piernas, pero lo que sí sabemos es que ya había cambiado el tamaño y la forma de sus caninos y la forma en la que se desgastaban sus dientes. Hoy por hoy, estas dos características definen a un homínido.

La cuestión filogenética antes de la aparición de A. ramidus. La posición filogenética de A. ramidus.
Excavaciones en Sudáfrica establecieron Australopithecus como antepasado nuestro y revelaron que existían varias especies dentro de este género. Posteriores excavaciones en el este de África ampliaron nuestro conocimiento sobre la distribución espacial (geográfica) y temporal de Australopithecus. Hasta 1994, Australopithecus afarensis, datado entre 3 y 4 millones de años, representaba el primer homínido conocido (el más antiguo) y venía a cubrir parte del vacío existente entre los hominoideos miocenos y otros homínidos primitivos. Su morfología craniodental primitiva representaba cierto argumento a favor de la evidencia molecular, que postulaba que el antepasado común entre los homínidos y los póngidos africanos debía encontrarse en niveles del Mioceno superior / Plioceno inferior.